II Edición del programa de residencias artísticas

II Edición del programa de residencias artísticas "Café Estudio"

Santiago Ydáñez

No solo es uno de los pintores españoles de su generación con mayor proyección internacional -desde China hasta México, pasando por Europa y deteniéndose tanto en Jaén como en Berlín, ciudades donde vive-, sino también un artista figurativo inconfundible en la escena del arte contemporáneo. Santiago Ydáñez (Puente de Génave, Jaén, 1969) es el artista que permanecerá en residencia en el Museo Lázaro Galdiano, al que, desde el 20 hasta el 29 de octubre, trasladará su estudio para protagonizar un conjunto de actividades específicas dirigidas a los profesionales del arte y un programa abierto al público: una charla con el pintor junto con la proyección de un breve vídeo (jueves 23 de octubre) y dos días de ‘Open Café Estudio’ (sábado 25 y domingo 26 de octubre) donde se podrá verle pintar in situ en la producción de una obra de gran formato concebida para este proyecto.

En esta segunda edición, el programa ha sido posible gracias al apoyo de Acción Cultural Española (AC/E) a través de PICE - Residencias Nacionales, y cuenta con la colaboración de la Residencia de Estudiantes.

  • Jueves 23 de octubre a las 19:00
  • Charla con el pintor y proyección de un breve vídeo
  • ACCESO LIBRE
  • Sábado 25 y domingo 26 de octubre, de 12:00 a 14:00
  • ‘Open Café Estudio’. Pintura in situ
  • ACCESO LIBRE

Santiago Ydáñez

“Para mí, la pintura es comulgar con uno mismo de una manera muy visceral en el proceso, donde mi energía explota y se plasma en la obra”, afirma Santiago Ydáñez, para quien la caída natural de la pintura sobre el lienzo tiene su propio peso con el fin de crear sensaciones que envuelvan al espectador.

Santiago Ydáñez

  • Santiago Ydáñez

Su trabajo, una simbiosis de espiritualidad profana y visceralidad que se presenta como una revisión poética y pictórica de las pasiones humanas, es reconocido por la contundencia y expresividad de su pincelada veloz y decidida, que plasma en potentes imágenes que revelan una manera de estar sobre la tierra, avivada por un gran bagaje cultural y un imaginario cargado de temas como la religión, la historia del arte y de la humanidad, recuerdos de su infancia, la naturaleza -de la que parte para comprender el mundo-, y el costumbrismo de la vida rural. De ahí los retratos de desafiantes animales que miran como personas y conectan con el concepto de raza; figuras religiosas que parecen humanas y a veces en actitudes llenas de sensualidad, reinterpretaciones de obras de Caravaggio, Simonet, Goya; cabezas desmembradas, muecas y gestos cargados de tensión; paisajes serenos y de carácter sublime que semejan esa otra parte de la mirada y que parecen recordar a Friedrich y al imaginario romántico; o esas perspectivas teatrales y primeros planos poderosos y provocativos de cuerpos a modo de vanitas, donde domina un cromatismo particular de colores secundarios y terciarios propios de la paleta natural de la Sierra de Segura en la que nació.

De hecho, sus obras van más allá de sus soportes, con esos característicos lienzos de gran formato donde el tamaño sí importa: perros ladrando que parecen salir de la obra, el retrato de San Juan de la Cruz en la antigua Iglesia de la Compañía de Jesús, en Caravaca de la Cruz, una obra de 8 x 14 metros que lo convierte en el lienzo más grande de España y que realizó en dos horas y media para “Místicos. Santa Teresa y San Juan de la Cruz, luz en el Siglo de Oro”; El Jardín de las Delicias, de 315 x 1.000, a partir de los frescos romanos de la Villa de Livia, donde las paredes parecen haber permitido que el campo entrara a la casa; o el pastor alemán recostado bajo el título de San Mateo, de 200 x 300, entre otros. También las intervenciones en libros, que comenzó en 2013 para tratar originariamente el germen del nazismo, y en objetos del pasado que encuentra en mercadillos berlineses a los que dota de una nueva interpretación: cajas de cubiertos, marcos, estuches de joyas, espejos… Obras “para quedarse en el imaginario colectivo de una Historia del arte que se escribe a diario”, como ha dicho la crítica.

Regreso al Museo Lázaro Galdiano

Ydáñez ya estuvo en el Museo Lázaro Galdiano en 2016, donde interpretó cincuenta obras del museo bajo el título de “Las cenizas del ruiseñor”.

Exposición de Santiago Ydáñez en el Museo Lázaro Galdiano

  • Imágenes de la exposición "Las cenizas del ruiseñor" (2016) en el Museo Lázaro Galdiano

En su trayectoria, el artista cuenta con numerosos galardones, como el Premio de Pintura Generación 2002 de Caja Madrid, el Premio ABC en 2002 o el Premio de Pintura BMW en 2018, y ha disfrutado de prestigiosas becas: Fundación Marcelino Botín en 1998, Colegio de España en París otorgada por el Ministerio de Cultura en 2001, Colegio de España en Roma en 2016. Su obra se encuentra en las colecciones de instituciones como el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (Madrid); Fundación Botín (Santander), CAC Málaga, CAAM de Las Palmas, Colección DKV, Museo Sofía Imber de Caracas, Colección ABC, Colección L’Oréal, entre muchas otras.

Café Estudio

El Museo Lázaro Galdiano creó este año el programa de residencias artísticas conocido como "Café Estudio", que en junio disfrutó el artista checo Petr Nikl, con el propósito de ampliar y fortalecer la presencia artística contemporánea en sus salas. La institución madrileña pretende ofrecer a los artistas residentes espacios adecuados para el trabajo creativo, así como lugares de ensayo, conectando la colección clásica del museo con la creación contemporánea.

Dentro del contexto artístico actual, “pensamos que es importante para los creadores contar con un entorno de creación y convivencia donde arte, naturaleza y vida tienen la oportunidad de fusionarse, fomentando el diálogo y el encuentro personal del artista con su obra y el público que la contempla”, explica la directora del Museo e impulsora de este proyecto, Begoña Torres. “La influencia de la cultura clásica, religiosa o centroeuropea vinculada a la mediterránea en el trabajo de Ydáñez, así como el propio carácter coleccionista del pintor jienense, conecta su producción con la personalidad del museo desde un lenguaje pictórico en el que la expresión, tanto formal como matérica, son protagonistas”, añade.

“Café Estudio” viene precedido por iniciativas como “Artistas por casa”, que ha puesto a disposición de artistas visuales como Félix de la Concha, Ricardo Calero, Linarejos Moreno, Soledad Córdoba o Aitor Ortiz diferentes espacios del Museo y del Jardín, donde han llevado a cabo obras site specific que luego han mostrado en diferentes exposiciones. También “Haus Musik”, un ciclo organizado por el Museo Lázaro Galdiano con su cuarteto en residencia, el Cuarteto Iberia, una formación que ha querido mantener la tradición cuartetística aportando un nuevo punto de vista a la interpretación de las grandes obras del género. El cuarteto dispone de espacios para ensayar en el Museo, así como para ofrecer conciertos y crear proyectos basados en la investigación y el estudio de la obra de autores de diferente época y estilo.

El Museo Lázaro Galdiano pretende ser, así, un lugar habitado por la comunidad artística donde no se trata únicamente de entender la producción como la mera creación de obras, sino como un hecho capaz de generar conocimiento, relaciones y también afectos. “Una segunda casa para los creadores que les sirva de soporte logístico, donde estén tan cómodos que puedan sentir que ‘caminan en zapatillas’…”, expresa Begoña Torres.

Nota de prensa

Nota de prensa de la II Edición de Café Estudio

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